- Avanzaba sigiloso, como si fuese sombra, recogiendo silencios para ver si así callaba mañana.
- En la vejez, el lápiz le agradeció por su larga vida al papel carbón, y se extinguió en su sombra.
- Saca a pasear su piedra, para distraerla de todos los rastros que lleva encima.
- Y murió ahí mismo, viejo, sin haber visto la lágrima de la piedra.
- Su salida parecía inminente, pero una vez más la lágrima se desvaneció antes de rozar la pestaña.