Tras unos minutos, otra persona podría entrar en el simulador y contemplar el paisaje de su elección.
Entre el beso azul y la rosa, escogió el beso: era lo más parecido al cielo de antaño.
Había sido una gran fiesta. Lástima que solo fue una simulación.
Mató por venganza, luego por error… y finalmente por placer.
Despertó una y otra vez, pero su cama permaneció vacía.