El bosque protegido poseía altas medidas de seguridad. Los únicos humanos que había, eran los que estaban en exhibición.
Manipulando su mente, los extraterrestres hacían enfadar y entristecer al humano. Una y otra vez. No parecía algo mortal.
Iba a entregarse al rezo, cuando apareció el destello, y todo quedó inconcluso, a la deriva… desintegrado.
Lo difícil no había sido escapar de la Tierra, lo difícil era ser el único humano sobreviviente.
