desde que no estás aquí, he pensando en llamarte… en cómo llamarte. (mal que mal, todavía desconozco tu nombre).
por fuera cumplo todos los requisitos para ser humano, excepto las ganas de serlo. cuando cierro la boca, dejo mi nombre a un lado, y paso sin problemas por cosa. pero jamás podría reemplazar a un animal. un animal estaría feliz en mi lugar: ambos hemos sido rescatados y adoptados de golpe..
por
otro lado, no soy más que un
cobarde vegetariano