En lo que a escribir cuentos se refiere, creo que cada cual debe encontrar su receta. (Los decálogos de escritura pueden ser peligrosos cuando recién se empieza, ya que precipitan la soberbia o fomentan el desacierto). Hay que escribir muchísimo antes de entender la sexta regla para escribir de George Orwell: Rompa cualquiera de estas reglas tan pronto como sea necesario para evitar decir alguna estupidez).

Descuartizando la anécdota
- Lo primero es encontrar la acción principal de la anécdota. Aquella sin lo cual la anécdota perdería su significado.
- Luego hay que tratar de reconstruir su atmósfera, dónde ocurrió y aproximadamente cuántas personas participaron.
Analizando la anécdota
- Hay veces en que la acción no es importante por sí misma, sino por la persona a la que le ocurre. En este caso, se debe tomar a dicha persona (víctima/héroe) como personaje y tratar de mantener sus características, describirlas, recrearlas.
- Digo tratar, porque se las puede exagerar hasta lo cómico, o cambiarlas y crear otra historia. (Cuando se siente que la historia se escribe sola, hay que dejarla ir).
- Cabe recordar: qué fue más importante para la anécdota, ¿su causa o su desenlace?, ¿su inicio o su final?
Reconstruyendo/destruyendo la anécdota, creando la historia
- Con todo esto en mente, es más fácil crear un cuento basado en algo que pasó (que no tiene nada que ver con la frase: basado en hechos reales, la cual es más creación comercial que literaria): tiene acción, contexto y personaje.
- Tiene principio (causa), desarrollo (la anécdota en sí), y desenlace.
- También es posible que salga una historia diferente. No hay problema.
Con respecto a cobrar vida y anécdota, comparto el siguiente video: ¿a quién no se le ha podrido la comida en la casa?, pero, ¿escribir sobre eso? ¡Todo un reto literario!