repentinamente la profesora me sorprendió al exclamar: ¡enumérense del 1 al 9! me aparté con lágrimas en los ojos. la maestra se acercó y me dijo: 0, no eres como los demás números, eres especial; llevas un vacío por dentro, y temo que termines hundiéndonos en tu íntima vorágine. viré el torso ocultando mis lágrimas, y por un momento tuve la impresión de ser un 8. regresé a ver la profesora, ella no compartía mi emoción. su indiferencia me devolvió la cerenitud que necesitaba para salir por la ventana y volar.
A continuación les dejo un cortometraje relacionado con un cero: