Estos primeros microcuentos de Twitter los escribí entre abril y diciembre de 2010
- Es relativamente cristalino el camino del suicida. Pero caminar no es el problema, sino los derrumbes que pueden desviarlo.
- al final del rastro de queso, aguarda el gato desdentado
- yo siempre cargué las llaves, pero tú ni siquiera tenías cerraduras, apenas una sombra verde que se encogía con la lluvia
- de tan pequeño que era, necesitaba sorbetes para meter sus sueños en las orejas de otros
- dejó colgando su mirada en los ojos de un gato anónimo: si él regresaba, no la podría molestar
- odiaba a las hormigas, pues ellas destruían su casa en apenas un paso
- y al llegar a la cima, sube a la pluma y despega
- Y al fondo de la lavadora, la media naranja
- pero como ella sí era religiosa, le traspasaba mis bendiciones
- abrir los ojos a pesar de la ceniza, para ver la vida esperándonos en alguna parte (inspirado en 4 Minute Warning)