Mi origen no es ausencia de luz sino exceso de cuerpo: soy una mezcla de gestos originales, desde el dedo en la nariz hasta la última pestaña despedida. El mundo respira entre risas mi negrura, y estrellan diariamente sus sueños contra mí.
Mi Sueño es la razón de mi color, ansias de perderme soñando. Hablo palabras negras, íntimas… ni siquiera yo puedo leerlas si las escribo; no salen de mi mano, se despegan de mis silencios y buscan refugio en cualquier hoja.
De regreso al Negro, al Sueño.
(foco negro encendido)
Uno de los dos es tímido, nómada y omnívoro.
En una de mis biografías se menciona mi apretada relación con los lápices.
Soy rápido y transparente. Convio con el sueño, dejando siempre un espacio a la imaginación, aunque me cueste la vida.