¿Cuándo conocí a Lú?-, no sabría decirlo… fue hace tanto tiempo, ¿sabe? Ah, pero era verde, creo, por su constante lucha contra la naturaleza, como describía al quedarse afuera cuando llovía, nevaba… También se decía que era verde porque así se sentía. Su verdez -o verdecidad- era el resultado de un reciclaje personal: aceptar sus crímenes y repararlos. A falta de condena, Lú se volvió un ciudadano preocupado por su presente. Desde entonces, Lú lleva una vida saludable y sin sorpresas.